Trump afirmó que su país vive una “invasión desde dentro, no es diferente a un enemigo extranjero, pero más difícil en muchos aspectos, porque no llevan uniforme”.
En este contexto, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, impartió una orden directa a los generales: “Hay que prepararse para la guerra”. Hegseth también criticó el liderazgo “políticamente correcto” del ejército y anunció nuevas directrices para recuperar el “estándar masculino” en las fuerzas armadas, eliminando políticas de diversidad y criticando a soldados “con sobrepeso”.
Respecto a Venezuela, Trump fue explícito: “Veremos qué pasa con Venezuela. Venezuela ha sido muy peligrosa con las drogas y otras cosas”.
Estas declaraciones, realizadas ante la cúpula militar, no solo refuerzan la narrativa de que el régimen de Maduro es una amenaza directa, sino que también preparan el terreno ideológico para justificar acciones militares más contundentes, presentándolas como una defensa necesaria ante una agresión multifacética que combina narcotráfico, migración y crimen organizado.