Frente a lo que percibe como una amenaza inminente de invasión por parte de Estados Unidos, el gobierno de Nicolás Maduro ha ordenado una serie de preparativos militares y civiles en todo el país. Estas maniobras buscan demostrar capacidad de respuesta y movilizar a la población en defensa de la soberanía nacional. El presidente Maduro ha llamado al alistamiento en las reservas militares y ordenó ejercicios en la Fuerza Armada, así como simulacros para situaciones de emergencia. El fin de semana se realizó un “simulacro nacional de emergencias por desastres naturales o conflictos armados”, en el cual se recrearon 411 escenarios distintos. Una parte central de esta estrategia es la activación de la Milicia Bolivariana, un cuerpo de reservistas civiles. El decreto de conmoción externa contempla la movilización de los 4,5 millones de milicianos que el chavismo asegura tener listos para el combate. Maduro ha declarado que su objetivo es que “toda la nación” esté preparada para “responder a las amenazas o, si se diera el caso, a cualquier ataque”.
En marchas de apoyo al gobierno en Caracas, se ha visto a civiles armados, milicianos y militares desfilando con fusiles y vehículos blindados.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, ha sido parte activa de estas demostraciones.
Estos preparativos son la contraparte militar al decreto de conmoción externa, mostrando que Venezuela no solo está tomando medidas legales, sino también logísticas y operativas para un posible conflicto armado.
En resumenEn una clara señal de preparación para un conflicto, Venezuela ha movilizado a sus fuerzas armadas y milicias civiles a través de ejercicios y simulacros nacionales, materializando su respuesta defensiva ante la presencia militar de Estados Unidos en la región.