En respuesta al despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, el gobierno de Nicolás Maduro ha iniciado un plan de defensa que incluye ejercicios militares, el entrenamiento de civiles y la evaluación de medidas constitucionales excepcionales. Estas acciones buscan preparar al país para un posible conflicto armado y consolidar una postura de resistencia frente a lo que califica como una agresión extranjera. El presidente Nicolás Maduro anunció que su gobierno está evaluando declarar un “estado de conmoción exterior en todo el territorio nacional”, una medida que, según la Constitución venezolana, puede ser decretada por hasta 90 días en caso de un conflicto externo que ponga en peligro la seguridad del país.
Esta declaratoria permitiría al régimen suspender derechos y garantías constitucionales para “movilizar a toda la nación”. Paralelamente, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ha realizado ejercicios militares, como la operación “Caribe Soberano 200” en la isla La Orchila, con la participación de 2.500 efectivos. Además, se ha ordenado el entrenamiento de civiles, incluyendo campesinos y milicianos, en el manejo de armas para la defensa territorial. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, afirmó que el país ya se encuentra “en guerra”. Estas medidas han sido acompañadas de movilizaciones oficialistas en Caracas, donde civiles y militares armados han desfilado en apoyo al régimen, y de un llamado a mantener “en alto el fusil y la moral”.
En resumenEl gobierno de Nicolás Maduro ha respondido a la presión militar de EE. UU. con un plan de defensa nacional que incluye la realización de maniobras militares, el entrenamiento de civiles y la posible declaratoria de un “estado de conmoción exterior”. Estas medidas buscan preparar al país ante una eventual agresión y movilizar a la población en defensa del régimen.