Aunque aún no han sido aprobados, estos planes marcan una escalada significativa más allá de las operaciones marítimas. Según un reporte de la cadena NBC News, citado en varios artículos, el gobierno estadounidense está analizando opciones que van más allá de la interdicción de embarcaciones en aguas internacionales. Los planes, que aún no cuentan con la aprobación presidencial definitiva, podrían activarse en cuestión de semanas e incluirían misiones con drones dirigidas a presuntos cabecillas del narcotráfico y a instalaciones utilizadas para la fabricación de estupefacientes en suelo venezolano.

Dos oficiales militares y dos fuentes cercanas a la planificación confirmaron estas deliberaciones bajo condición de anonimato.

Esta información sugiere un cambio estratégico, pasando de una política de contención en el Caribe a una potencial intervención militar directa, aunque selectiva, en territorio soberano de Venezuela. La revelación de estos planes se produce en un contexto en el que, según las fuentes, algunos miembros de la administración Trump han expresado frustración por considerar que los ataques marítimos no han logrado erosionar visiblemente el control de Nicolás Maduro ni han provocado una respuesta diplomática contundente. La posibilidad de ataques con drones representaría una grave escalada del conflicto, con implicaciones impredecibles para la estabilidad de la región.