Venezuela también ha buscado activamente el apoyo de sus vecinos.

El canciller Yván Gil hizo un llamado a los países de América Latina y el Caribe para que asumieran un rol protagónico frente al despliegue militar, considerándolo una amenaza directa a la soberanía regional.

Cuba respondió a este llamado, iniciando una recolección de firmas para respaldar a Nicolás Maduro como “presidente legítimo” y manifestando su apoyo político.

Sin embargo, el vicecanciller cubano, Carlos Fernández de Cossío, aclaró que este respaldo no se extenderá al ámbito militar, afirmando que Cuba no tiene intención de involucrarse en un conflicto bélico.

Por otro lado, la Organización de los Estados Americanos (OEA) ha mantenido una postura más cautelosa. Su secretaria general adjunta, Laura Gil, señaló que, hasta el momento, “ningún Estado todavía ha llevado esto a los órganos políticos de la organización”, lo que sugiere que, a pesar de la gravedad de la situación, no ha habido un consenso regional para una acción multilateral formal a través de la OEA.