Esta figura constitucional le permitiría activar todas las fuerzas de la sociedad para responder a un posible ataque.

La medida se discute en un comité ejecutivo que incluye a los jefes de todos los poderes públicos del país.

Paralelamente, el régimen chavista ha puesto en marcha una respuesta militar visible.

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) inició los ejercicios militares “Caribe Soberano 200” en la isla de La Orchila, con la participación de 2.500 efectivos, aviones de combate Sukhoi Su-30, helicópteros y una treintena de embarcaciones. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, afirmó que el país ya se encuentra en una “guerra no declarada” con Estados Unidos. Una de las medidas más significativas ha sido el llamado a la población civil a prepararse para la defensa. Maduro instó a los campesinos a estar listos para “tomar las armas”, y se han difundido videos de jornadas de adiestramiento en las que militares enseñan a civiles, incluyendo mujeres y adultos mayores, el manejo de armas. Diosdado Cabello, una figura clave del chavismo, fue más allá al declarar que Maduro les ordenó prepararse para “hacer la transición de la lucha no armada a la lucha armada”, advirtiendo que los “caballos de Troya” internos serían tratados como enemigos en caso de una agresión extranjera.