El embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, y su homólogo venezolano, Carlos Eduardo Martínez, estuvieron presentes junto a los gobernadores de las tres entidades territoriales.

El memorando busca fomentar la cooperación en áreas como comercio, turismo, cultura, educación y energía. El alcalde de Puerto Carreño, Jaime Rodríguez, destacó la posibilidad de estabilizar el servicio de energía en su municipio, históricamente abastecido desde Venezuela. Además, se planea la apertura de nuevos consulados en ambos lados de la frontera para facilitar la dinámica social y económica. Sin embargo, persisten dudas sobre el verdadero compromiso del gobierno venezolano, especialmente en la lucha contra la minería ilegal, una de las principales economías ilícitas en la zona. Investigadores como Bram Ebus de Crisis Group señalan que la frontera amazónica es un corredor clave para el tráfico de minerales y cocaína, y que la Guardia Nacional venezolana podría estar lucrándose de estas actividades en lugar de combatirlas. A pesar de estas preocupaciones, el acuerdo representa un esfuerzo diplomático por parte del gobierno de Gustavo Petro para fortalecer las relaciones con su vecino y gestionar de manera coordinada los desafíos de una frontera compleja.