En respuesta, el presidente colombiano ha defendido enérgicamente su gestión, asegurando que su administración ha logrado las mayores incautaciones de cocaína de la historia. En una alocución televisada, Petro afirmó que la descertificación es una “grosería profunda contra el país que más sangre ha regado” en esta lucha. El mandatario colombiano argumenta que la política antidrogas de Estados Unidos ha fracasado al enfocarse en la erradicación forzosa y la producción, en lugar de la reducción del consumo y la persecución de los grandes capitales del narcotráfico. “Los narcotraficantes viven en Miami, Nueva York, París, Madrid y Dubái”, declaró Petro, sugiriendo que la estrategia estadounidense protege a los verdaderos beneficiarios del negocio.

Esta tensión ha sido un tema central en sus discursos, donde vincula la descertificación con un supuesto plan para desestabilizar a los gobiernos progresistas de la región y mantener una política de dominación.