El presidente Donald Trump ha intensificado su presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro con una dura advertencia relacionada con la política migratoria. A través de sus redes sociales, Trump exigió a Venezuela que acepte de manera inmediata la devolución de migrantes deportados, amenazando con represalias severas en caso de negativa. En un mensaje publicado en su plataforma Truth Social, Trump fue explícito en su demanda: “Queremos que Venezuela acepte de inmediato a todos los presos y personas de instituciones mentales entre los que está lo peor del mundo de psiquiátricos a los que los ‘dirigentes’ de Venezuela han obligado a venir a Estados Unidos de América”.
La amenaza que acompañó esta exigencia fue igualmente directa: “¡O el precio que pagaréis será incalculable!”.
Esta retórica forma parte de una política migratoria más amplia y restrictiva de su administración, que ha incluido la terminación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para cientos de miles de venezolanos, dejándolos en riesgo de deportación. La advertencia se produce en un contexto de máxima tensión, con un despliegue militar estadounidense en el Caribe y acusaciones de Washington contra el régimen de Maduro por narcotráfico. Venezuela, por su parte, ha respondido a estas presiones calificándolas de “amenazas” y ha denunciado una “guerra no declarada” por parte de Estados Unidos. La exigencia de Trump de recibir a deportados, especialmente al describirlos de manera peyorativa como “presos” y “monstruos”, añade un nuevo elemento de confrontación a una relación bilateral ya fracturada, utilizando la crisis migratoria como una herramienta de presión política y diplomática contra Caracas.
En resumenDonald Trump ha escalado la confrontación con Venezuela al exigir la aceptación inmediata de migrantes deportados, incluyendo presos y personas de instituciones mentales, bajo la amenaza de un 'precio incalculable'. Esta advertencia se suma a las presiones militares y económicas, utilizando la crisis migratoria como un nuevo frente en su política de máxima presión contra el régimen de Maduro.