Washington ha designado al denominado 'Cartel de los Soles' como una organización criminal transnacional, vinculando directamente a altos funcionarios venezolanos con estas actividades ilícitas. La administración Trump ha descrito a Maduro como un "narcotraficante" y ha ofrecido una recompensa de hasta 50 millones de dólares por su captura.
Según esta narrativa, el 'Cartel de los Soles' no es una organización criminal tradicional, sino que "es el Estado mismo, el cartel convertido en Estado", como lo describió el opositor Leopoldo López. Esta estructura, según Washington, utiliza los recursos del Estado venezolano para facilitar el tráfico de cocaína a gran escala en alianza con mafias transnacionales y grupos como el 'Tren de Aragua'. Esta caracterización de Venezuela como un "narcoestado" ha sido formalizada por el Departamento del Tesoro, que designó al cartel como organización terrorista global. En Colombia, el Senado también aprobó una proposición declarando al 'Cartel de los Soles' como grupo criminal y terrorista. Esta construcción de la narrativa es fundamental para la estrategia estadounidense, ya que permite enmarcar las acciones militares no como una agresión contra un Estado soberano, sino como una operación legítima de seguridad contra una organización criminal que representa una amenaza directa para Estados Unidos.