El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, ha sido enfático al afirmar que su país ya está “en guerra” con Estados Unidos, aunque no se haya declarado formalmente. Desde su perspectiva, el despliegue es una “amenaza” que busca “imponer un gobierno títere” para apropiarse de los recursos naturales de Venezuela. La tensión ha generado preocupación regional; la canciller de Colombia, Rosa Villavicencio, criticó la “desmesurada presencia militar” estadounidense, señalando que “nada tiene que ver con la lucha contra el narcotráfico” y que “no se corresponde” con la declaración de América Latina como territorio de paz. Esta escalada militar representa el punto más álgido de la confrontación entre ambas naciones, llevando la disputa del plano diplomático al de una posible confrontación armada.