Para justificar las operaciones, el mandatario ha publicado videos sin audio en su red social Truth Social que muestran lanchas explotando tras ser impactadas por proyectiles.

Según Trump, estas embarcaciones transportaban “enormes bolsas de cocaína por doquier” y fentanilo con el objetivo de “envenenar a los estadounidenses”. Sin embargo, las autoridades estadounidenses no han presentado pruebas detalladas sobre la carga de las lanchas ni la identidad de los fallecidos. La legalidad de estos ataques ha sido fuertemente cuestionada. Expertos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU señalaron que “el derecho internacional no permite que los gobiernos simplemente asesinen a presuntos traficantes de drogas”. La organización Human Rights Watch calificó los bombardeos como “ejecuciones extrajudiciales”, y senadores demócratas han exigido a la Casa Blanca explicaciones y pruebas que justifiquen el uso de fuerza letal en lugar de procedimientos de interdicción y captura. Desde Caracas, Nicolás Maduro ha denunciado los hechos como una “pena de muerte marítima” y un “crimen injustificable”.