Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó duramente a su homólogo estadounidense en una entrevista con la BBC, acusándolo de tener un comportamiento perjudicial para las instituciones democráticas globales. En una frase contundente, Lula declaró: “Trump es el presidente de Estados Unidos, no el emperador del mundo”. Estas declaraciones reflejan la preocupación en la región por el retorno de una política exterior estadounidense más intervencionista, reminiscente de la Doctrina Monroe. Además de estas potencias, el gobierno venezolano informó que embajadores de Colombia, Cuba, Bolivia, México y Brasil acreditados en Caracas expresaron su preocupación por el despliegue militar de EE.

UU., haciendo un llamado conjunto a preservar la paz en la región. Estas reacciones demuestran que la crisis entre Washington y Caracas no es vista como un asunto bilateral, sino como un conflicto con importantes implicaciones geopolíticas para toda América Latina.