Este incidente, que se suma a los ataques militares previos, es calificado por Caracas como una “provocación directa” destinada a generar una escalada bélica en la región.
Según el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, el incidente ocurrió el 12 de septiembre, cuando el destructor misilístico USS Jason Dunham interceptó al buque atunero ‘Carmen Rosa’. La embarcación, tripulada por nueve pescadores, se encontraba a 48 millas náuticas de la Isla La Blanquilla, dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Venezuela. El gobierno venezolano detalló que dieciocho efectivos estadounidenses con armas largas abordaron y ocuparon el barco pesquero durante ocho horas, impidiendo la comunicación de la tripulación. Caracas afirmó que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana monitoreó el incidente “minuto a minuto” hasta que los pescadores fueron liberados.
El gobierno de Nicolás Maduro exigió a Estados Unidos el cese inmediato de estas acciones, considerándolas una amenaza a la paz y la seguridad del Caribe. Este evento recibió el respaldo de China, cuyo portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, advirtió que este tipo de maniobras “vulnera gravemente la soberanía” y viola el derecho internacional, pidiendo a Washington “no utilizar la lucha contra el narcotráfico como excusa” para socavar la seguridad de otros países.