Esta declaración busca disuadir a los países de la región de alinearse con la estrategia militar de Estados Unidos. En un comunicado oficial emitido el domingo 14 de septiembre, el gobierno de Nicolás Maduro anunció que si Guyana o Trinidad y Tobago "dan espacio a un ataque contra Venezuela, recibirán una respuesta en legítima defensa". Esta advertencia se produce en el contexto del despliegue naval de la administración Trump en el mar Caribe, que Caracas considera una amenaza directa a su soberanía. La postura de Venezuela refleja su preocupación por la posible utilización de bases o aguas territoriales de países vecinos para facilitar una operación militar estadounidense.

Trinidad y Tobago ya ha abierto sus puertos a Estados Unidos en caso de un conflicto, lo que ha elevado las alarmas en Caracas. La advertencia busca ejercer presión diplomática sobre sus vecinos para que mantengan una postura de neutralidad en el conflicto y no se conviertan en plataformas para una posible agresión. El gobierno venezolano ha insistido en que su objetivo es preservar la paz en el Caribe, pero que está preparado para defender su territorio de cualquier amenaza, ya sea directa o proveniente de países que colaboren con lo que denomina "el imperio norteamericano".