Esta acusación se suma a la tensión generada por el despliegue naval estadounidense en la región. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, aseguró que en el mes de agosto, Estados Unidos triplicó el despliegue de aviones espía en operaciones dirigidas "contra" Venezuela.
Según Padrino, estas misiones, que antes se realizaban de día, ahora se han intensificado durante la noche y la madrugada. Específicamente, mencionó la detección de aviones tanqueros que suministran combustible a aeronaves de reconocimiento como el RC-135, diseñado para recopilar información en tiempo real con un alcance de hasta 200 millas, lo que le permite cubrir territorio venezolano desde el espacio aéreo internacional. Otro avión que, según el ministro, pasa con frecuencia cerca de las costas venezolanas es el E-3 Sentry AWACS. El gobierno venezolano interpreta estos vuelos de "inteligencia y exploración" como parte de un plan más amplio de Washington para justificar una intervención militar y desestabilizar al gobierno de Nicolás Maduro.
Padrino López afirmó que estas acciones buscan "sembrar una guerra en el Caribe", una guerra que, según él, "no quieren los venezolanos, no quieren los pueblos del Caribe".