Washington acusa a Nicolás Maduro de ser el líder del denominado "Cartel de los Soles", una presunta organización criminal compuesta por militares venezolanos dedicada al tráfico de drogas. En el marco de esta acusación, Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a la captura del mandatario. La fiscal general de EE.

UU., Pam Bondi, lo calificó como "uno de los mayores narcotraficantes del mundo".

Este concepto de "narcoterrorismo" no es nuevo, pero ha sido revitalizado por la administración Trump para justificar la intensificación de las operaciones de inteligencia y control en la región. Según los artículos, esta etiqueta se utiliza para reforzar la narrativa de que Caracas representa una "amenaza extraordinaria" y sirve como excusa para mantener sanciones económicas, aislamiento diplomático y planificar operaciones militares. A pesar de las graves acusaciones, varios textos señalan que la existencia del cartel como una estructura jerárquica es "dudosa" y que no hay "ninguna prueba" concluyente, con indicios que apuntan en otras direcciones. El propio presidente colombiano, Gustavo Petro, ha afirmado que dicha organización "no existe".