UU. en el Caribe, Maduro ordenó una serie de maniobras defensivas. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, anunció un "refuerzo especial" de la presencia militar en cinco estados costeros y fronterizos, aumentando el contingente de 10.000 a 25.000 efectivos.

Las zonas estratégicas incluyen Zulia, Falcón, Nueva Esparta, Sucre y Delta Amacuro.

Además, el propio Maduro anunció la activación del "Plan Independencia 200: Resistencia Activa y Ofensiva Permanente", con el despliegue de "284 frentes de batalla" en todo el territorio nacional, incluyendo la frontera con Colombia. Este plan involucra a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), cuerpos policiales y a la Milicia Bolivariana, un cuerpo de civiles armados que, según el gobierno, cuenta con más de ocho millones de miembros.

En discursos públicos, Maduro ha sido enfático en su postura: "Si Venezuela fuera agredida, pasaría a una etapa de lucha armada".

Diosdado Cabello, otra figura clave del chavismo, ha reforzado este mensaje, afirmando: "No queremos guerra, pero debemos estar preparados".

Estas acciones buscan disuadir cualquier intento de intervención y consolidar el apoyo interno bajo una narrativa de defensa de la soberanía nacional frente al "imperio norteamericano".