Esta caracterización ha permitido a Washington amparar sus acciones militares bajo leyes antiterroristas, como las surgidas tras el 11-S, que autorizan ataques contra objetivos globales.

Sin embargo, la existencia y estructura del Cartel de los Soles es objeto de debate. El gobierno venezolano, a través de figuras como la vicepresidenta Delcy Rodríguez y Diosdado Cabello, niega categóricamente su existencia, calificando las acusaciones de "inventos del imperio" y una "farsa". Rodríguez llegó a afirmar que Estados Unidos es "el centro mundial de lavado del narcotráfico". Analistas y organizaciones como Transparencia Venezuela señalan que, si bien hay una alta penetración del narcotráfico en las estructuras del Estado, la idea de un cartel jerárquico y unificado como los de Colombia o México podría ser una simplificación de Washington para justificar sus políticas.