El presidente Donald Trump advirtió que cualquier avión militar venezolano que represente una amenaza para sus fuerzas "será derribado".

En declaraciones a la prensa, Trump fue explícito: "Si nos ponen en una posición peligrosa, serán derribados", y delegó en sus comandantes la decisión de actuar. Como medida inmediata, Estados Unidos ordenó el despliegue de diez cazas F-35 de última generación a una base aérea en Puerto Rico, sumándose a la ya considerable presencia naval. El gobierno venezolano, por su parte, no ha comentado oficialmente el incidente del sobrevuelo, pero el canciller Yván Gil calificó el envío de los F-35 como una "amenaza" y una acción "irracional". Este cruce de acciones y amenazas representa una de las escaladas más serias entre ambos países, pasando de la presión diplomática y económica a una confrontación militar directa en el dominio aéreo y naval.