“Que esto sirva de aviso a cualquiera que esté considerando traer drogas a Estados Unidos.
¡CUIDADO!”, advirtió el mandatario.
El secretario de Estado, Marco Rubio, respaldó la acción, describiéndola como un “ataque letal”. Esta operación marca un cambio de estrategia, pasando de la interdicción policial al uso de fuerza letal amparado en leyes antiterroristas.
El gobierno venezolano reaccionó enérgicamente, calificando el hecho como una “ejecución extrajudicial” y una “agresión imperialista”. El ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, llegó a afirmar que el video divulgado por la Casa Blanca fue creado con inteligencia artificial para “fabricar un pretexto” para una intervención. Por su parte, el presidente colombiano Gustavo Petro también criticó la acción, calificándola de “asesinato en cualquier parte del mundo” si se confirma que no hubo un debido proceso, lo que generó una respuesta de la ONU pidiendo a EE.
UU. respetar el derecho internacional.
Este incidente ha abierto un debate sobre la legalidad y proporcionalidad de las acciones militares estadounidenses en la región.