El presidente Donald Trump confirmó personalmente el operativo, afirmando que se trató de un “ataque cinético” contra “narcoterroristas”. En su red social Truth Social, Trump publicó un video que muestra el momento del impacto de un misil contra la lancha y declaró: “El ataque resultó en 11 terroristas muertos en acción.

[…] Que esto sirva de aviso a cualquiera que esté considerando traer drogas a Estados Unidos”. El secretario de Estado, Marco Rubio, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, respaldaron la acción, señalando que la embarcación pertenecía a una “organización narcoterrorista designada” y advirtieron que “no será el último” ataque de este tipo. La administración estadounidense justifica la operación bajo una directiva que autoriza el uso de fuerza militar contra cárteles designados como terroristas. En contraste, el gobierno de Nicolás Maduro ha rechazado categóricamente la versión de Washington. El ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, acusó a EE. UU. de fabricar el video del ataque con inteligencia artificial, mientras que el ministro del Interior, Diosdado Cabello, calificó el hecho como un “invento” y una “gran mentira” para justificar una agresión. El presidente Gustavo Petro de Colombia también cuestionó la acción, calificándola de “asesinato en cualquier parte del mundo” si se confirma su veracidad. Analistas y organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por la legalidad de la operación, que marca un giro del uso de la fuerza policial a una acción militar letal en operaciones antinarcóticos.