El TPS es una protección temporal y renovable que se concede a ciudadanos de países afectados por conflictos armados, desastres naturales u otras condiciones extraordinarias. La revocación de este beneficio para los venezolanos se presenta como una herramienta de presión adicional contra el gobierno de Nicolás Maduro, vinculando directamente la política migratoria con la estrategia de confrontación geopolítica.
