Al ser consultado por periodistas en el Despacho Oval sobre cómo reaccionaría ante una amenaza real, el mandatario fue tajante: “Yo diría que van a meterse en problemas”. Trump se dirigió a sus altos mandos militares, otorgándoles la autoridad para tomar decisiones en el terreno. “Si vuelan en una posición peligrosa, yo diría que usted, o sus capitanes, pueden tomar la decisión sobre qué hacer”, afirmó. Al ser presionado sobre qué constituiría una amenaza, sentenció: “Si nos ponen en una posición peligrosa, serán derribados”. Estas afirmaciones se enmarcan en una escalada de acciones y retórica entre ambos países. La advertencia de Trump no solo responde al incidente del sobrevuelo, sino que también refuerza la postura de fuerza de su administración en las operaciones antinarcóticos en el Caribe. La orden presidencial de facto autoriza a los comandantes estadounidenses a usar la fuerza letal si perciben una intención hostil por parte de aeronaves venezolanas, lo que reduce significativamente el margen para errores o malentendidos y aumenta la probabilidad de un choque militar directo.