Sin embargo, esta narrativa es fuertemente disputada.

El gobierno venezolano niega rotundamente la existencia del Cartel de los Soles, calificándolo de “excusa ficticia” creada por la “extrema derecha para derribar gobiernos”. Informes de Naciones Unidas citados en algunos artículos señalan que Venezuela es responsable de solo el 5% del mercado de cocaína hacia EE. UU. y Europa, y que es un país libre de cultivos ilícitos, lo que contradice la imagen de un narcoestado. A pesar de estas discrepancias, la acusación de narcotráfico sigue siendo la principal herramienta retórica y legal de Washington para legitimar su política de máxima presión.