UU. contra altos funcionarios venezolanos, incluido Nicolás Maduro.

El gobierno de Petro, a través de su cancillería, también ha calificado el despliegue naval estadounidense en el Caribe como “desproporcionado” e insistió en que “América Latina es tierra de paz”, rechazando cualquier “injerencia” o “invasión”. Esta postura es significativa, ya que Colombia ha sido históricamente el principal aliado de Estados Unidos en la región. La posición de Petro marca un giro diplomático, priorizando la soberanía regional y el diálogo por encima de la confrontación militar, lo que lo coloca en una posición de contrapeso a la política de Washington en el hemisferio.