El gobierno venezolano ha calificado la oferta como “patética y ridícula”. Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha cuestionado la narrativa estadounidense, afirmando que el Cartel de los Soles “no existe” y es una “excusa ficticia de la extrema derecha”. Esta táctica de presión pública busca erosionar la legitimidad de Maduro, presentándolo internacionalmente no como un jefe de Estado, sino como un líder criminal por cuya cabeza se ofrece una suma millonaria.