UU. está liderado por altos funcionarios del régimen venezolano, también fue clasificado como terrorista en julio de 2025.

Esta política se ampara en una directiva secreta que autoriza al Pentágono a utilizar la fuerza militar contra carteles latinoamericanos designados.

La estrategia ha encontrado eco internacional, con países como Argentina, Ecuador y Paraguay siguiendo el ejemplo de EE.

UU. al declarar también al Cartel de los Soles como una organización terrorista, lo que contribuye a un mayor aislamiento diplomático y financiero de Venezuela.