La situación presenta una compleja dualidad.

Por un lado, ambos gobiernos enmarcan sus acciones como esfuerzos coordinados contra el crimen transnacional, e incluso Nicolás Maduro agradeció públicamente a Petro por su decisión.

Recientemente, firmaron un memorando para crear una zona económica binacional.

Sin embargo, la militarización simultánea en una frontera históricamente conflictiva eleva el riesgo de incidentes y malentendidos, especialmente en un contexto de máxima tensión regional. Analistas señalan que, si bien existe un discurso de cooperación, la desconfianza persiste y la concentración de tropas podría escalar rápidamente si se produce una provocación, afectando gravemente a las comunidades fronterizas que ya sufren una crisis humanitaria por la violencia de grupos armados.