El mensaje central del bloque, al que asistieron más de 23 países, fue la necesidad de preservar a América Latina y el Caribe como una "Zona de Paz", una declaración adoptada por el organismo en 2014. Esta postura fue reforzada por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien afirmó: "Ningún gobierno latinoamericano que se respete debe solicitar ni celebrar una invasión extranjera; los problemas de los latinoamericanos y caribeños los resolvemos los latinoamericanos y caribeños".

El canciller venezolano, Yván Gil, participó en la reunión y denunció la presencia de 4.200 tropas estadounidenses "listas para invadir" y la violación del Tratado de Tlatelolco por la presencia de un submarino nuclear. La acción de la CELAC representa un esfuerzo multilateral significativo para presentar un frente unido y abogar por el diálogo sobre la confrontación, reafirmando los principios de autodeterminación de los pueblos de la región.