Esta narrativa criminaliza al Estado venezolano y sirve de base para la escalada de presión. Estados Unidos sostiene que la operación busca detener el flujo de drogas hacia su territorio.

La Casa Blanca ha calificado al régimen de Maduro como un "cartel narcoterrorista". Según el Departamento de Justicia de EE. UU., el Cartel de los Soles, supuestamente integrado por miembros de alto rango de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, estaría involucrado en el tráfico de cocaína, contrabando de combustible y minería ilegal.

Figuras como Nicolás Maduro y Diosdado Cabello han sido señalados como sus líderes.

En julio, el Departamento del Tesoro designó formalmente al cartel como organización terrorista.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que el régimen "no es legítimo, es un cartel narcoterrorista". Sin embargo, esta versión es rebatida en algunos artículos, que citan informes de la ONU de años anteriores donde se reconoce a Venezuela como un país libre de cultivos ilícitos y con una participación menor (5%) en el mercado de cocaína hacia EE. UU. y Europa, lo que sugiere que la justificación antinarcóticos podría ser un pretexto para objetivos geopolíticos más amplios, como el control de los recursos naturales del país.