Esta designación como organización narcoterrorista ha servido como base jurídica y política para intensificar las sanciones, ofrecer recompensas millonarias y legitimar el despliegue militar en el Caribe.

Según Washington, el Cartel de los Soles, cuyo nombre alude a las insignias de los generales venezolanos, es una organización criminal integrada por militares y altos funcionarios del chavismo que controla el narcotráfico y otras economías ilícitas. En marzo de 2020, el Departamento de Justicia reconoció formalmente su existencia, señalando a Nicolás Maduro y Diosdado Cabello como sus líderes. Esta narrativa se ha consolidado con la designación del grupo como organización terrorista en julio de 2025 y el aumento de la recompensa por Maduro a 50 millones de dólares. Sin embargo, esta versión es objeto de una fuerte controversia. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha declarado públicamente que el cartel “no existe” y que es una “excusa ficticia de la extrema derecha para derribar gobiernos que no les obedecen”. El gobierno de Maduro también niega rotundamente la existencia del grupo, acusando a Washington de difamación para desestabilizar el país. Analistas señalan que, si bien existen redes de corrupción y narcotráfico vinculadas a sectores del Estado venezolano, la idea de un cartel jerárquico y estructurado como lo presenta EE.

UU. es una simplificación que sirve a sus intereses geopolíticos.