Esta declaración se produce en un momento de máxima tensión, con Washington acusando a Nicolás Maduro de liderar el Cartel de los Soles y desplegando una fuerza naval en el Caribe para combatirlo. La postura de Petro ha sido criticada por expertos en relaciones internacionales, quienes advierten que minimizar las denuncias de Washington podría complicar la relación de Colombia con su principal aliado en la lucha antidrogas. El presidente colombiano también ha sido crítico con el despliegue militar estadounidense, calificándolo como una amenaza para la región y advirtiendo que una invasión a Venezuela podría convertir al país en un escenario similar al de Siria. Su posición refleja un intento de marcar una política exterior independiente, aunque arriesga generar fricciones con la administración Trump.