En un mensaje directo a empleados públicos, militares, policías y maestros, declaró: “Nuevamente, DESOBEDECE; ignóralos, déjalos solos.

Estos cobardes quieren utilizarte para aparentar fuerza, cuando la realidad es que se están desmoronando”.

Su estrategia busca capitalizar la presión internacional para debilitar al chavismo desde adentro, presentando la movilización de milicias no como una muestra de fortaleza, sino como un síntoma de debilidad.

Machado argumenta que el llamado al reclutamiento es un “chantaje” y que las “plazas vacías” en las jornadas de alistamiento anuncian el fin del régimen. Este llamado a la desobediencia civil se contrapone directamente a la narrativa de defensa patriótica de Maduro, intentando convertir la crisis externa en una oportunidad para la movilización interna contra el gobierno, en lo que describe como “uno de los últimos espectáculos de una tiranía que termina”.