El líder chavista declaró: “Van a ir 15.000 hombres y mujeres bien armados, bien entrenados y bien preparados para reforzar toda la zona binacional”.

Este despliegue busca “blindar la frontera” contra la incursión de laboratorios, cultivos ilícitos y grupos armados que, según Caracas, operan del lado colombiano.

Maduro también confirmó conversaciones con el ministro de Defensa de Colombia para coordinar operaciones conjuntas. Sin embargo, el movimiento también se interpreta como una respuesta a la presión de Washington. Maduro aprovechó para cuestionar la efectividad del Plan Colombia y la presencia de bases militares estadounidenses en el país vecino, alegando que la producción de cocaína se ha duplicado o triplicado cerca de dichas instalaciones. De esta manera, el despliegue envía un doble mensaje: uno de cooperación a Bogotá y otro de soberanía y fuerza a Washington.