y en las que participaba Ovidio Guzmán.

Si bien la información se basa en reportes periodísticos y no en documentos judiciales públicos, su difusión intensifica la presión sobre el gobierno venezolano. Para Estados Unidos, un testimonio de este calibre sería una pieza clave para consolidar su narrativa de que el Estado venezolano funciona como una estructura criminal, legitimando así sus acciones judiciales y militares en su contra.