Sin embargo, los mismos análisis señalan diferencias cruciales que hacen que una invasión a Venezuela sea un escenario mucho más complejo y arriesgado. A diferencia de Panamá, Venezuela es un país considerablemente más grande, con una Fuerza Armada Nacional Bolivariana más numerosa y equipada, a pesar de sus problemas de mantenimiento. Además, el gobierno de Maduro cuenta con el respaldo de potencias globales como Rusia y China, que tienen intereses geopolíticos y económicos en el país, un factor que no existía en el caso panameño. El costo humano, político y económico de una intervención directa sería inmensamente mayor, lo que lleva a muchos a concluir que, aunque el manual de estrategia parece similar, el desenlace podría ser muy diferente.