La medida busca proyectar una imagen de defensa territorial y resistencia frente a lo que califica como "amenazas extravagantes, estrambóticas y estrafalarias" y "provocaciones" imperiales.
Durante un acto transmitido por televisión, Maduro envió un mensaje desafiante a Washington, afirmando: “Nuestros mares, nuestros cielos y nuestras tierras las defendemos nosotros, las liberamos nosotros, las vigilamos y las patrullamos nosotros.
Ningún imperio va a venir a tocar suelo sagrado de Venezuela”.
Además, el mandatario anunció la conformación de milicias campesinas y obreras, a las que prometió armar con “fusiles y misiles” para defender la soberanía nacional. La Milicia Bolivariana, creada por el expresidente Hugo Chávez, es un cuerpo compuesto principalmente por civiles reservistas que fue incorporado como un componente especial de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). El gobierno venezolano ha catalogado la acción estadounidense como una amenaza a la paz y la estabilidad de toda la región, asegurando que su respuesta militar interna es parte de un “plan de paz” para garantizar la tranquilidad del país. La movilización masiva de este cuerpo civil armado es interpretada como una demostración de fuerza y cohesión interna, con la que el chavismo busca consolidar su base de apoyo y disuadir cualquier posible agresión externa, en un contexto de máxima tensión diplomática y militar.