El técnico Lorenzo realizó varios cambios respecto al once que enfrentó a Nueva Zelanda, buscando mayor solidez y dando rodaje a jugadores como Camilo Vargas, Dávinson Sánchez y Santiago Arias, quienes respondieron con un rendimiento destacado.
La paciencia fue la clave, como lo destacó el propio entrenador, quien se mostró satisfecho por el crecimiento del equipo en la gestión de este tipo de partidos cerrados.
El cerrojo australiano se rompió al minuto 76, cuando James Rodríguez convirtió un tiro penal.
A partir de ese momento, la resistencia del rival desapareció, permitiendo que Luis Díaz, al minuto 88, y Jefferson Lerma, al 90+3', sellaran la goleada.
A pesar del marcador, el analista Carlos Antonio Vélez fue crítico, calificando el resultado como un “maquillaje” para un “gris andadura” y señalando que el primer gol llegó tras una “pena máxima imaginaria”. Según Vélez, el equipo careció de soluciones tácticas y advirtió que “hay muchas cosas por mejorar”.
En contraste, el técnico Lorenzo valoró la capacidad del equipo para aprender a jugar contra rivales que ceden la iniciativa y se cierran atrás, considerando el balance del año como “muy bueno”.













