Desde entonces, el equipo ha acumulado una racha positiva que incluye victorias y empates tanto en partidos de eliminatorias como en amistosos. Los triunfos 2-1 ante Nueva Zelanda y 3-0 frente a Australia permitieron cerrar el año sin derrotas en el segundo semestre, un logro que refuerza la confianza del grupo. Sin embargo, el desempeño del equipo no ha estado exento de críticas. Analistas como Carlos Antonio Vélez y Hernán Peláez han señalado que el equipo a menudo depende de “jugadas y chispazos” de sus figuras, en lugar de un sistema colectivo consolidado. Peláez afirmó que Lorenzo “sigue respaldando un grupo de jugadores, donde algunos están por pasado y no presente”.
El propio Néstor Lorenzo ha mostrado autocrítica, especialmente en la falta de contundencia. Tras el partido con Nueva Zelanda, declaró: “tenemos que ser más contundentes y saber cerrar los partidos porque en el Mundial no pueden suceder este tipo de situaciones”. Estos amistosos han servido como un “laboratorio de ensayos” para el técnico, quien ha rotado la nómina, especialmente en la línea defensiva, en busca de alternativas fiables para los titulares de cara a la Copa del Mundo.













