La estrategia de Lorenzo es clara: encontrar opciones para casos de emergencia, como lesiones o sanciones de sus titulares indiscutibles. Una de sus prioridades, según él mismo reveló, es que el equipo aprenda a jugar sin depender exclusivamente de James Rodríguez y Luis Díaz.
En esa búsqueda, han surgido nombres como Johan Carbonero y Gustavo Puerta, quienes respondieron con goles y buen rendimiento.
Sin embargo, su enfoque no está exento de críticas.
Analistas como Hernán Peláez han señalado que Lorenzo "sigue respaldando un grupo de jugadores, donde algunos están por pasado y no presente", en una clara alusión a la inclusión de veteranos cuyo nivel actual es cuestionado. Pese a ello, Lorenzo se defiende y mantiene su postura de que el grupo no está cerrado. "De ninguna manera se va cerrando el grupo o sacar decisiones definitivas.
Hay muchachos que no están y que son parte del proceso, que tienen muchas chances como cualquiera", afirmó el técnico, dejando la puerta abierta para futuras convocatorias y consolidando su método de trabajo que combina confianza en su núcleo y la observación de nuevos talentos.













