El volante cartagenero, quien es un habitual en los llamados de Lorenzo, se retiró del partido entre Flamengo y Sport Recife al minuto 21 con evidentes gestos de dolor en la zona lumbar, abandonando el campo entre lágrimas. El parte médico oficial del club brasileño, tras una resonancia magnética, confirmó un “edema óseo en una costilla, sin rastros de fractura”. Si bien el diagnóstico descartó una lesión de mayor gravedad, el tiempo de incapacidad es incierto y dependerá de su evolución. Medios brasileños como Globo Esporte estiman que el jugador podría estar de baja al menos dos partidos, con una posibilidad de retorno a las canchas alrededor del 15 de noviembre, fecha que coincide con el primer amistoso de Colombia ante Nueva Zelanda. Esta situación genera un interrogante para el cuerpo técnico de la ‘Tricolor’, ya que es poco probable que se arriesgue a convocar a un jugador recién salido de una lesión para partidos amistosos. La principal preocupación de Flamengo, sin embargo, es tenerlo disponible para la final de la Copa Libertadores, programada para el 29 de noviembre.