El objetivo del cuerpo técnico es claro: “quieren ver otros nombres”.
Esta medida no representaría una exclusión definitiva para el histórico guardameta, sino una oportunidad para dar rodaje a otros porteros y acelerar el cambio generacional.
A sus 37 años, Ospina se perfila como el posible tercer arquero para la cita orbital, por lo que Lorenzo buscaría dar minutos a quienes competirían por la titularidad.
En este contexto, se confirmó el regreso de Camilo Vargas, quien no estuvo en los amistosos de octubre.
Además, esta rotación podría abrir espacio para observar a otros arqueros que han mostrado un buen nivel en sus clubes, como Kevin Mier o Álvaro Montero, e incluso a porteros destacados de la liga local. La decisión, aunque podría ser impopular para algunos, es vista como un paso valiente y necesario para fortalecer la competencia interna y construir un equipo equilibrado de cara al futuro.













