El certamen, que tendrá como sede principal el complejo Aspire Zone en Al Rayyan, estrena una estructura de competencia inédita.
Las 48 selecciones participantes fueron distribuidas en 12 grupos de cuatro equipos cada uno.
Colombia quedó ubicada en el Grupo G, donde enfrentará a rivales de alta exigencia: Alemania, la vigente campeona del torneo; Corea del Norte y El Salvador. El sistema de clasificación a la siguiente fase permitirá que avancen los dos primeros de cada grupo junto a los ocho mejores terceros, conformando así una ronda de dieciseisavos de final. A partir de esta etapa, el torneo adoptará un formato de eliminación directa. Una novedad reglamentaria clave es que, en caso de empate tras el tiempo reglamentario en cualquier partido de eliminación, no habrá prórroga; el ganador se definirá directamente mediante una tanda de penales.
Este cambio busca agilizar la competencia y añade un factor de presión adicional para los equipos. Para la Selección Colombia, este nuevo panorama implica una mayor complejidad táctica desde la fase de grupos, donde deberá asegurar un buen puntaje y una diferencia de gol favorable para no depender de otros resultados y buscar un lugar en las rondas definitivas.













