La Selección Colombia Sub-20 vio frustrado su objetivo de alcanzar la final del Mundial de Chile 2025 tras caer por la mínima diferencia ante su similar de Argentina. La derrota, en un partido reñido, revive el debate sobre la mentalidad del futbolista colombiano en instancias decisivas y deja al equipo nacional disputando el tercer lugar del certamen. El encuentro, que finalizó 1-0 a favor de la 'Albiceleste' con un gol de Mateo Silvetti al minuto 72, estuvo marcado por la paridad y la intensidad, pero también por momentos clave que inclinaron la balanza. Colombia, que llegó invicta a la semifinal, resintió profundamente la ausencia de su goleador Néiser Villarreal, suspendido por acumulación de tarjetas amarillas. Su reemplazo, Emilio Aristizábal, no tuvo la misma efectividad y falló oportunidades claras que pudieron cambiar el rumbo del partido.
La situación se complicó aún más con la expulsión de Jhon Rentería al minuto 79 por doble amonestación, un error que dejó al equipo con diez hombres en el momento más crítico. Tras el partido, el técnico César Torres se mostró visiblemente afectado y asumió la responsabilidad, calificando la eliminación como un "fracaso".
En sus palabras, expresó: “Yo sí siento que nos faltó, que fracasamos, queríamos llevarle un título a Colombia”.
Por su parte, el técnico argentino, Diego Placente, reconoció la dificultad del rival: “Son muy físicos, ya nos pasó también en el Sudamericano y nos costó bastante en el primer tiempo”.
La prensa argentina reaccionó con dureza, recordando la confianza previa del equipo colombiano.
Este resultado se suma a un historial adverso para Colombia en semifinales de mundiales juveniles masculinos, siendo esta la cuarta eliminación en igual número de apariciones en dicha instancia.
En resumenLa eliminación de la Selección Colombia Sub-20 en semifinales del Mundial ante Argentina se debió a una combinación de falta de definición, errores individuales clave como la expulsión de Jhon Rentería, y la sensible ausencia de su goleador Néiser Villarreal. A pesar de una presentación competitiva, la derrota reavivó el debate sobre la fortaleza mental del equipo en partidos decisivos y dejó al técnico César Torres asumiendo la responsabilidad de no haber alcanzado la final.