Colombia, dirigida por César Torres, intentó imponer su estilo de juego, pero se encontró con un rival sólido y efectivo. La única anotación del compromiso llegó en el segundo tiempo, al minuto 72, por intermedio de Mateo Silvetti, quien aprovechó una asistencia de Gianluca Prestianni para definir con un remate cruzado. A pesar de los esfuerzos del equipo colombiano por encontrar el empate, la inferioridad numérica tras la expulsión de Jhon Rentería al minuto 79 complicó cualquier intento de reacción. Las estadísticas del partido reflejaron una paridad en el trámite, con Colombia registrando un 54% de posesión y 13 remates, frente a un 46% y 14 disparos de Argentina.
Sin embargo, la diferencia radicó en la contundencia, un factor que el técnico Torres lamentó profundamente. La derrota no solo significó la eliminación, sino que también reavivó la sensación de una paternidad histórica de Argentina en duelos decisivos, un aspecto que varios análisis calificaron como un “miedo” o un factor psicológico que afecta al equipo cafetero en estas instancias. La ausencia de figuras clave como el goleador Néiser Villarreal, suspendido por acumulación de tarjetas amarillas, fue un golpe sensible que el equipo no logró sobreponer.










