Además, su enfrentamiento directo terminó sin goles.

Ante esta igualdad, el reglamento de la FIFA aplicó el criterio de 'fair play', que favoreció a Colombia por acumular solo cuatro tarjetas amarillas frente a las cinco de los europeos. Este desenlace, aunque favorable, subraya la paridad del grupo y la importancia de la disciplina táctica. La clasificación a octavos ya estaba virtualmente asegurada antes del partido gracias a resultados en otros grupos, pero el liderato le otorga a Colombia un cruce teóricamente más favorable en la siguiente fase.