La Selección Colombia Sub-20 clasificó a octavos de final del Mundial de Chile con un rendimiento de contrastes, destacando por su solidez defensiva pero registrando su peor marca goleadora en una fase de grupos. El equipo de César Torres avanzó invicto y con el arco en cero en dos de los tres partidos, pero la falta de contundencia de sus delanteros es la principal preocupación de cara a las fases eliminatorias. En los tres partidos del Grupo F, Colombia solo anotó dos goles: uno de Óscar Perea contra Arabia Saudita y otro de Kéner González frente a Nigeria. Este registro es el más bajo en la historia de las participaciones de la 'Tricolor' en la fase de grupos de un Mundial Sub-20, superando negativamente las ediciones de Arabia Saudita 1989 y Nueva Zelanda 2015. La sequía goleadora ha sido un punto de análisis constante, especialmente centrada en los delanteros centro, Neyser Villarreal y Emilio Aristizábal, quienes no lograron marcar.
El propio técnico César Torres reconoció esta falencia como su mayor inquietud.
En contraste, la defensa ha sido una de las virtudes del equipo. El único gol recibido fue de penal contra Nigeria, lo que significa que la 'Tricolor' no ha concedido goles de jugada abierta en el torneo. La dupla de centrales Simón García y Yeimar Mosquera ha sido imperial, y el arquero Jordan García se mostró confiable, especialmente con una doble atajada determinante contra Nigeria. A pesar de generar múltiples ocasiones de gol, el equipo ha sufrido de "prisa a la hora de definir", un aspecto que deberá corregir para enfrentar a Sudáfrica en octavos de final.
En resumenAunque la defensa de la Selección Colombia Sub-20 ha sido una de sus grandes fortalezas en el Mundial, el equipo avanzó a octavos con solo dos goles a favor, su registro más bajo en la historia, evidenciando una preocupante falta de definición.