No obstante, la polémica fue zanjada por la herramienta del fuera de lugar semiautomático, una de las novedades tecnológicas del torneo. La imagen generada por el sistema mostró que el hombro del jugador rival estaba milimétricamente adelantado en el momento del pase, lo que justificó la anulación. A pesar de la precisión tecnológica, la jugada fue descrita como un “insólito fuera de lugar” que salvó a Colombia. Un dato adicional es que la selección de Arabia Saudita tenía la opción de solicitar una revisión a través del nuevo sistema FVS (conocido como “tarjeta verde”), pero decidió no utilizar este recurso, manteniendo así la decisión inicial del árbitro.