"Nuestra capital tiene un estadio para 34 mil personas. Hablan de que se va a ampliar a 50 mil, pero con todo respeto y sin ánimo de crítica, sigue siendo insuficiente para una capital", señaló el dirigente.

Estas palabras reavivan un debate histórico sobre la sede de la Selección Colombia, reafirmando a Barranquilla como la casa principal del equipo nacional.

Jesurún argumenta que la capacidad proyectada para el nuevo Campín no cumple con los estándares que, a su juicio, requiere una ciudad como Bogotá para competir por albergar eventos internacionales de gran magnitud. Además, el presidente de la FCF criticó el uso de los estadios para eventos no deportivos, como conciertos, una práctica que, según él, ha "distorsionado" el propósito principal de estos escenarios. "Uno entiende que hay una cantidad de eventos (...) pero también nos están quitando esa capacidad de competir", puntualizó, sugiriendo que esta situación afecta la disponibilidad y calidad de las canchas para el fútbol.